Érase una vez una ciudad con las casas tan juntas que apenas quedaba espacio para…

Dieta suave contra dieta blanda (o David contra Goliat)
Hace unas semanas se estableció en Twitter un interesante debate en relación con una infografía que habían diseñado unos nutricionistas. Se titulaba Dieta blanda o de protección gástrica y contenía una serie de recomendaciones de alimentación para situaciones en las cuales se busca que el aparato digestivo trabaje poco, como las gastroenteritis o las úlceras.
Fernando Navarro, traductor médico y autor del Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico (el Libro rojo, para los amigos), les señaló amablemente que el término dieta blanda es, en realidad, una traducción incorrecta de bland diet:

Por su parte, lo que nosotros llamamos dieta blanda se dice soft diet en inglés:

Vamos, el mundo al revés:
Índice
¿Qué son la dieta blanda y la dieta suave?
La dieta blanda (soft diet) o de fácil masticación está indicada para personas que tienen dificultades para masticar o tragar, ya sea por problemas de la dentadura, por disfagia, por intervenciones quirúrgicas de la boca, etc. Incluye todos los alimentos que pueden prepararse en una textura que facilite la masticación, como purés, líquidos, gelatinas…; es decir, como su propio nombre indica, es una dieta de consistencia blanda.
A su vez, la dieta suave (bland diet) o de protección gástrica incluye alimentos de fácil digestión, sin irritantes y con poca grasa. Y, ¿adivinas?: no tienen por qué ser blandos.
David contra Goliat
Siguiendo con nuestra historia, los nutricionistas estuvieron de acuerdo con que el término dieta blanda estaba mal empleado, pero adujeron que ellos no podían luchar contra todos los médicos que cada día hablan de dieta blanda cuando en realidad se refieren a dieta suave. Algo así como David contra Goliat (con la diferencia, a mi parecer, de que sus 37 000 seguidores en Twitter representan un arma mucho más poderosa que una simple honda).
En cualquier caso, este ejemplo me sirve para ilustrar el poder del lenguaje en la comunicación en salud. Imagina que nunca has oído hablar de ninguno de los dos tipos de dieta, y tu médico te pauta una dieta blanda. ¿Qué te viene a la cabeza? A mí, alimentos de consistencia blanda. Si con ese término no se refiere a alimentos triturados, sino a cualquier otro tipo de dieta, tendrá que explicármelo. Exactamente lo que hacen los creadores de la infografía:
Qué incongruencia, ¿no? Hubiera sido mucho más lógico llamar a las cosas por su nombre: Dieta suave o de protección gástrica. De esta forma el mensaje queda mucho más claro y se comprende mejor. Para eso nos comunicamos, para que nos entiendan. Si para ello es necesario luchar contra Goliat, adelante: el combate merecerá la pena.
Yo, de momento, ya he puesto mi granito de arena. Aparte de escribir esta entrada, me comprometo a prescribir a mis pacientes la dieta adecuada con el nombre adecuado. ¿Y tú?
Aporta también tu granito de arena difundiendo este artículo por las redes sociales. ¡David contra Goliat!
Me ha parecido muy interesante. ¡Me encanta vuestro blog! Me parecerían interesantes más artículos relacionados con la nutrición y con los malentendidos que puede haber, igual que en este artículo.
Muchas gracias, Carmen. Me alegro de que te guste. Tendremos en cuenta tu sugerencia para próximos artículos.
¡Hasta pronto!