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El gimnasio: timos, peligros y engaños

El gimnasio: deporte, salud y timos

Si alguna vez te has planteado estudiar medicina, farmacia o nutrición, habrás ido a informarte a las correspondientes facultades acerca de los planes de carrera, costes, etc. Si finalmente has desechado la idea porque te parece imposible compaginar estudios con trabajo o simplemente porque no tienes tiempo, hoy te vamos a contar el secreto para estudiar las tres disciplinas a la vez, en pocos días y sacando matrícula de honor: apúntate a un gimnasio.

Índice

Las instalaciones docentes

El gimnasio hoy en día tiene varias zonas dedicadas a la investigación.

La recepción

Se parece mucho a una farmacia repleta de productos de dudoso origen y aún más oscura finalidad. Allí, un encargado con poca o ninguna formación sanitaria y mucha imaginación se encargará de contarte las increíbles propiedades del exceso de proteínas tomadas durante el ejercicio o las maravillas de la L-carnitina combinada con glutamina.

La zona de musculación

En ella, los futuros licenciados ponen en común sus necesidades y empiezan a dar forma a los conocimientos. También se lleva a cabo una intensa labor comercial: se habla de tiendas en las cuales conseguir los más innovadores productos milagrosos, y futuros gurús exponen con convicción irrefutables teorías basadas en su propia experiencia.

El vestuario

Es el sancta sanctorum del conocimiento médico-farmacológico. Allí siempre encontrarás a un hipermusculado doctor dispuesto a compartir sus conocimientos contigo. En otras ocasiones, se utiliza como improvisado laboratorio para dar forma final e ingerir las distintas presentaciones farmacéuticas recomendadas por los «doctores».

El temario

Se compone de varias áreas, que con frecuencia se entremezclan.

1. Nutrición avanzada

  • Desventajas del consumo de glúcidos de origen natural y agua frente a geles y bebidas energéticas, sin excepciones, aunque solo vayas a darte un paseo en bici.
  • Superalimentos: cómo hacer evolucionar tu cuerpo comiendo cereales —o seudocereales— de origen ignoto consumidos por minorías étnicas durante generaciones (seguramente, porque no tenían otra cosa). Por supuesto, al hablar de estos supernutrientes es importante despojar a la alimentación tradicional —basada en arroz, lentejas, patatas y legumbres— de cualquier propiedad alimenticia.
  • En este curso se aprende, de forma eficaz, a manejar las tablas de composición nutricional de los alimentos. Se consigue que el interlocutor crea a pies juntillas que comiendo chía, bayas de goji o espirulina, su vida cambiara drásticamente, gracias a infinitesimales cambios en los porcentajes de nitrógeno o a la presencia de proteínas de mayor biodisponibilidad.

2. Fisiología animal

  • Beneficios indudables de mantener la frecuencia cardiaca máxima durante el mayor tiempo posible sin acudir previamente al cardiólogo.
  • Aceleración inmediata del metabolismo lipídico a través de técnicas milenarias de meditación.
  • Técnicas no invasivas de depuración de hígado y riñón: dietas détox (que, curiosamente, lo único que depuran y limpian es la conciencia, apesadumbrada después de cometer múltiples excesos).

3. Farmacología aplicada

  • Diuréticos para perder peso: ¡que no te asusten!
  • Anabolizantes, esteroides y hormonas para toda la familia: acción, modo de uso y cómo conseguirlos fácilmente.
  • Los preparados quemagrasas: cómo adelgazar sin esfuerzo y sin la intercesión de Nuestra Señora de Lourdes y su agua milagrosa.

Conclusiones

Obviamente, hemos querido hacer una visión exagerada de la vida en un gimnasio. Es indudable que una buena forma física y la actividad deportiva son fundamentales para disfrutar de una buena salud. Y, por supuesto, un gimnasio es un buen sitio para mantenernos en forma.

Sin embargo, queremos alertar de que el mundo del deporte es carne de cañón para que pululen las dietas milagrosas, los suplementos nutricionales a precio de oro y las afirmaciones contundentes acerca de los productos, alimentos y hábitos más variopintos. Antes de creerte todo lo que te cuentan, documéntate e infórmate. Muchas de las prácticas que se promueven no tienen ninguna base científica, o los estudios son insuficientes, o tienen más riesgos que beneficios, o, simplemente, existen equivalentes mucho más baratos.

Otro objetivo de este post es pedirte que consultes con un profesional de la salud antes de comenzar a practicar un deporte. Este asegurará que tu cuerpo esté en perfectas condiciones para realizar ese ejercicio. Además, te orientará sobre los hábitos de alimentación y los posibles problemas del uso de suplementos, dietas milagrosas y, por supuesto, del mal uso de los medicamentos. Tu cuerpo y tu bolsillo te lo agradecerán.

Referencias bibliográficas

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