Érase una vez una ciudad con las casas tan juntas que apenas quedaba espacio para…

¿Qué es la corrección de estilo?
En el artículo anterior hablamos sobre la corrección ortotipográfica. Hoy explicaremos en qué consiste la de estilo.
Este tipo de corrección busca que el texto sea comprensible, fácil de leer, coherente y adecuado al tipo de público al que va dirigido. Trata aspectos que no se consideran estrictamente errores, pero que atentan contra el fin último de todo escrito: comunicar.
La denominación corrección de estilo no es muy afortunada, ya que el estilo no se corrige. La voz del autor, su forma de escribir, es única y debe respetarse. Un buen corrector de estilo mejora y da esplendor al texto, pero no se apodera de él; corrige lo que hay que corregir y nada más. Para ello, además de enmendar las faltas ortográficas y gramaticales, realiza las siguientes tareas, entre otras:
- Elimina las repeticiones, los vocablos innecesarios, las muletillas…
- Se asegura de que el vocabulario sea el más preciso para transmitir la idea del autor, y de que sea rico y variado.
- Corrige las oraciones o ideas inconclusas y las ambigüedades.
- Cuida de que las oraciones y los párrafos tengan una extensión apropiada y equilibrada.
- Estructura el texto mediante una puntuación adecuada.
- Ordena los elementos de las oraciones que no se comprenden bien.
Así como comparamos la corrección ortotipográfica con la limpieza superficial de una casa, la de estilo es la profunda, la que hacemos, tal vez, una vez al año: descolgamos y lavamos las cortinas; enviamos las alfombras al tinte; quitamos el polvo de los rodapiés con un cepillo de dientes (sí sí, juro que conozco a alguien que lo hace); vaciamos, limpiamos y ordenamos los armarios, etc. Cuando terminamos, la casa, en esencia, no ha variado, pero luce diferente: más acogedora, luminosa, invitadora… Una versión mejorada de sí misma.
La corrección de estilo siempre debe efectuarse antes de la ortotipográfica, pues al mantenerse muy pendiente del sentido y la estructura del texto es fácil que al profesional se le escapen faltas ortográficas, así como que introduzca otras nuevas como consecuencia de los cambios que realiza. Además, lo ideal es que los dos tipos de corrección los lleven a cabo personas diferentes, pues de esta manera se minimiza el riesgo de pasar por alto algún error.
En las siguientes imágenes podéis ver el texto que estamos utilizando como conejillo de indias después de pasar por una corrección de estilo. Se muestra con el control de cambios de Word activado, así como ya listo para publicarse.
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¿Cuál de todas las versiones (original, pos revisión ortotipográfica o pos ambas revisiones) os gusta más?
Si tenéis cualquier duda, no os quedéis con ella: preguntad y trataremos de ayudaros.
En la próxima entrada del blog explicaremos cómo funciona esta clínica de textos y os lanzaremos un nuevo reto (muy cortito, prometido). ¡Feliz semana!
Me ha gustado mucho, nunca había oído hablar de los tipos de correcciones, la verdad. Me ha hecho pensar, porque leyendo vuestro blog me he planteado una pregunta: ahora que se usan herramientas como el whatsapp para comunicarse y todos queremos escribir rápido, ¿Alguien del mundo de la corrección y del buen uso del lenguaje se plantea cómo evitar que escribamos fatal? A veces recibo mensajes que casi ni entiendo, con las palabras acortadas, con "K" en vez de "qu", con "b" en vez de "v"… todo vale, y cada vez nos cantan menos estas patadas al diccionario. ¿Qué opináis?
Hola:
Me alegro mucho de que te haya gustado el artículo.
En cuanto a tu pregunta, yo creo que las nuevas formas de comunicarnos, donde lo que prima es la rapidez e inmediatez, han venido para quedarse. Queramos o no, debemos adaptarnos a ellas.
Las personas tenemos que aprender a escribir de forma correcta desde la escuela. Después, estaremos preparadas para adecuar nuestra escritura al medio que utilicemos. Si enviamos un tuit, usaremos el vocabulario específico de esta forma de comunicación; cuando escribamos un correo electrónico formal, no cortaremos las palabras; etc. Tú mismo eres un ejemplo: puede que en un wasap alguna vez, por las prisas, escribas "k", pero en tu comentario has escrito "que".
A pesar de lo dicho, es cierto que no todo vale. Escribimos para comunicarnos, y si no nos entienden es que algo va mal. Incluso las redes sociales tienen sus reglas.
La RAE y otras organizaciones que velan por el uso del lenguaje son conscientes de que no se puede luchar contra el "enemigo", sino que hay que unirse a él. Por ejemplo, la Fundéu (una institución que trabaja asesorada por la RAE) ha publicado un libro llamado "Escribir en Internet. Guía para los nuevos medios y las redes sociales".
Ahora escribimos más que nunca; y escribir mal, aunque parece que no le importa a mucha gente, tiene sus consecuencias. Hay famosos a los que han criticado mucho por las faltas de ortografía. También, algún estudio dice que una web con faltas hace perder ventas. Yo creo que mucha gente empieza a darse cuenta de esto, lo cual puede ser una oportunidad para fomentar la escritura correcta.
Así que, bienvenidas, nuevas formas de comunicación. La lucha principal no es contra vosotras, sino contra el empeoramiento de la educación en general (y de la ortografía en particular) en las aulas.
Muchas gracias por participar.
Me gustaría saber más acerca de la corrección de estilo