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Severo no es grave ni intenso

Las enfermedades severas no existen. Las graves, sí.

Severo, según la RAE, tiene los siguientes significados:

  1. adj. Riguroso, áspero, duro en el trato o el castigo.
  2. adj. Exacto y rígido en la observancia de una ley, un precepto o una regla.
  3. adj. Dicho de una estación del año: Que tiene temperaturas extremas. El invierno ha sido severo.

Como explica Fernando Navarro en el Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico, el inglés severe es un término traidor, que se traduce por grave, intenso, fuerte o extenso, según el contexto. Algunos de los ejemplos que cita son:

  • Severe dengue (dengue grave), severe hypotension (hipotensión grave).
  • Severe dyspnea (disnea intensa), severe nausea (náuseas intensas, fuertes náuseas), severe pain (dolor intenso, dolor agudo).
  • Severe psoriasis(psoriasis extensa), severe rash (exantema extenso).

A su vez, el Diccionario de términos médicos de la Real Academia Nacional de Medicina explica que «es cada vez más frecuente encontrar médicos que utilizan en español el anglicismo «severo» con el sentido de «grave», «intenso» o «fuerte», pero este uso suscita fuerte rechazo entre la mayor parte de los hablantes, incluida buena parte de la clase médica».

Y yo añado: tiempo al tiempo. Con lo extendida que está, ¿qué apostáis a que la RAE acaba incluyendo esta acepción en su diccionario?

¿Y quién fue Severo Ochoa?

Seguro que lo sabes, pero, por si acaso, a continuación transcribo lo que cuenta Fernando Navarro de él, en el mencionado diccionario.

El médico y bioquímico Severo Ochoa Albornoz (1905-1993) nació y murió en España, pero vivió y trabajó en los Estados Unidos desde 1940 hasta 1985. Recibió el premio Nobel de medicina y fisiología (compartido con Arthur Kornberg) en 1959, cuando había adquirido ya la nacionalidad estadounidense (que obtuvo en 1956), pero por sus descubrimientos en el campo de la biosíntesis del ADN y del ARN, que había llevado a cabo en 1955, cuando todavía tenía la nacionalidad española. Por este motivo, en las enciclopedias y libros de texto españoles suelen referirse a él como «médico y bioquímico español» (y lo consideran el segundo nobel español de medicina, tras Ramón y Cajal), mientras que en el resto del mundo suelen referirse a él como «Spanish-born American physician and biochemist» (y consideran, pues, que España no ha tenido más que un nobel de medicina).

Y tú, cuéntanos: ¿usas severo en lugar de grave? No vale mentir, ¿eh?

Esta entrada tiene 4 comentarios

  1. Y tantos otros anglicismos… Espero q no acabemos adoptándolos. Ya hay más q de sobra en nuestro diccionario.

    1. Así es, Sonia. En este blog iremos desenmascarando unos cuantos. A ver si los desterramos para siempre…

  2. Yo creo que el uso del término severo está más extendido que el del término grave porque a la gente le asusta más este último término, justamente porque maneja mejor su significado. La palabra grave implica fatalidad en muchos casos, o se asocia más a la posibilidad de muerte, y severo se asocia más con fuerte o intenso, pero no mortal. Por eso, quizás, los médicos prefieren hablar de severo en lugar de grave y ese término se trasmite de generación en generación de estudiantes.
    Es lo que me imagino que ocurre, no le encuentro otra explicación, además del hecho de que es más fácil asociar severe con severo por su parecido, que asociarlo con grave, que choca y no se le parece.

    1. Hola, Andrea:
      Yo creo que la causa principal es la última que pones, es decir, que «severe» se parece a «severo». Mi impresión es que está tan extendido que ya es muy difícil que la gente lo use de manera correcta.
      Muchas gracias por comentar,
      Ana

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