Seguro que en tu blog de salud escribes muchos artículos que incluyen consejos para prevenir…

Cómo redactar textos de salud que todos entiendan (1): lector y estructura
El lenguaje médico se parece a Darth Vader: oscuro y tenebroso, provoca miedo en los habitantes de la galaxia, incapaces de enfrentarse a un poder que no comprenden. Sin embargo, al igual que Darth Vader esconde luz en su interior, también los conceptos complejos y las palabras extrañas de la medicina guardan un poder luminoso: el poder de sanar.
La misión de los redactores de salud es llevar la luz al oscuro mundo de la medicina, para que todos puedan beneficiarse de sus bondades. Somos jedis en permanente lucha contra la oscuridad de la jerga médica y el estilo complicado. Y claro, como buenos jedis, tenemos un arma invencible: las técnicas de redacción.
El adiestramiento para convertirse en un jedi de la redacción de textos de medicina y salud es largo y difícil, pero la recompensa merece el esfuerzo. ¿Comenzamos?
Índice
I. Escribe para tu audiencia
¿Para qué escribes este artículo?
Debes tener claro el propósito de tu artículo antes de sentarte a redactarlo. ¿Qué pretendes conseguir? ¿Educar? ¿Convertirte en un referente sobre el tema? ¿Vender algún producto? ¿Conseguir pacientes para tu consulta? Por supuesto, antes de definir para qué escribes este post en particular, debes tener claro por qué tienes un blog de salud (¡con el esfuerzo que implica!).
Sea cual sea el motivo por el cual escribes, seguro que es algo más que simplemente informar. Piénsalo bien. Querrás que tus lectores hagan algo con lo que les cuentas, ¿no? Puede ser algo tan altruista como que dejen de fumar para prevenir problemas de salud (es decir, que cambien un hábito). Tal vez lo que pretendas es que concierten una cita contigo o que compren tu andador para no caerse si tienen problemas de movilidad.
Da igual lo que sea. Tener en mente eso que quieres que hagan te ayudará a centrarte en la información necesaria para guiarles hasta allí. ¡Ah! Y al final, recuerda pedirles lo que esperas de ellos.
¿Para quién escribes?
Responde esta pregunta antes de tan siquiera posar un dedo sobre el teclado, porque de la respuesta depende la información que incluirás, el punto de vista, el tono de voz, el lenguaje que uses… De la respuesta depende que tu texto atraviese las líneas enemigas y salve a los habitantes de la galaxia, o muera en manos de los soldados imperiales del aburrimiento.
Un secreto: el público general no existe, así que esfuérzate por ser específico.
Ejemplo
La artritis reumatoide es una enfermedad que afecta sobre todo a las mujeres y suele iniciarse entre los 30-50 años. Entonces, si escribes un post sobre esta enfermedad, ese es tu público objetivo, el lector (lectora, en este caso) al que te vas a dirigir.
Ahora bien, debes afinar aún más. No es lo mismo una mujer de 30 años, recién diagnosticada y que desea tener hijos, que una mujer de 60 años con tanta deformidad que apenas puede vestirse sin ayuda.
Por otro lado, esa mujer tiene familia. Un marido preocupado que se pregunta cómo puede ayudarla. Unos hijos que no entienden lo que le ocurre a su madre y quieren que vuelva a ser como antes.
¿Para cuál de todos ellos escribes tu artículo?
¿Qué necesita tu público?
Ya sabes para quién escribes, quién va a leerte. Ahora reflexiona acerca de cuáles son sus necesidades. Las suyas, no las tuyas. Olvídate de ti.
Elabora una lista con las preguntas que tú te harías si fueras ese lector.
Ejemplo
Si yo fuera una mujer de 30 años a la cual acaban de diagnosticar de artritis reumatoide, estas son las preguntas que me plantearía:
- ¿Qué es?
- ¿Por qué me pasa?
- ¿Qué síntomas notaré?
- ¿Qué pasará en el futuro?
- ¿Podré tener hijos? ¿Cómo afecta la artritis reumatoide y sus tratamientos al embarazo?
- ¿Qué opciones de tratamientos hay y cómo van a sentarme esos tratamientos?
- ¿Hay algo que yo pueda hacer (dieta, ejercicio…)?
¿Qué información incluyo en mi post?
La información que debe contener tu artículo es la que tus lectores precisan, ni más ni menos; es decir, aquella que has definido en el punto anterior (para eso te la has currado, ¿no?).
Estructura la información en torno a la lista de preguntas que has elaborado. Organízalas de forma coherente y con una secuencia lógica. Cada sección de tu artículo debe responder a una pregunta. Puedes dejar la pregunta como título de la sección, o bien redactar otro.
Aprende a usar tu espada láser
Las técnicas de redacción son tu arma más poderosa.
II. Estructura tu artículo
Ayuda a tus lectores a escanear
Antes de empezar a leer, la mayoría de la gente ojeará el texto intentando encontrar la información que busca. La mirada bajará rápidamente por la pantalla y se detendrá brevemente en las zonas que atraigan su atención, para tratar de entender de un solo vistazo de qué trata el artículo.
Pónselo fácil. Ayúdales a escanear tu contenido. De otro modo, se marcharán a otra web donde los traten mejor.
¿Y cómo ayudarlos? Usando títulos, subtítulos, listas, negritas, cursivas, cuadros en los que destaques los conceptos importantes, colores…
Usa muchos títulos y subtítulos
Sirven para organizar el contenido y para guiar al lector a través de él. Si la galaxia hubiera tenido más títulos y subtítulos, seguro que habrían encontrado a Luke mucho antes.
Los títulos deben ser cortos (en 2018, lo ideal son 55 caracteres como máximo, para que Google los muestre completos), específicos, claros y llamativos. Quien los lee debe saber exactamente de qué tratan, sin ambigüedades.
Por supuesto, acuérdate del SEO: debes incluir la palabra clave en el título, lo más cerca posible del inicio. Una forma es recurrir a los dos puntos, es decir, escribir la palabra clave seguida de dos puntos y después el resto del título.
Artritis reumatoide: 10 palabras que debes conocer
El tema de los títulos da para varios artículos, pero vamos a darte al menos tres sencillas técnicas que nunca fallan: números, preguntas y resolver problemas.
Ejemplo
Números
Llaman la atención porque dan una idea muy precisa de lo que contiene el artículo.
- 5 formas de bajar la fiebre en los niños
- 10 trucos para cocinar sin sal y no morirse de asco
- 7 ejercicios para aliviar el dolor de la artrosis de las manos
Preguntas
Formula una pregunta y quítale las interrogaciones.
- Por qué llaman a la hipertensión el asesino silencioso
- Qué es la terapia cognitivo-conductual
- Cómo mejorar la circulación de las piernas
- Cuándo ir a urgencias si estoy embarazada
Resuelve problemas
La gente busca en internet porque quiere resolver su problema de salud. Tu título debe indicar que en ese contenido está la solución que busca.
- Guía para comer fuera de casa si tienes diabetes
- Los 7 pasos para pincharte la insulina sin dolor
- Cómo contar a tus hijos que tienes cáncer
- 15 trucos para vestir y bañar a tu familiar con alzhéimer
Añade un índice
Es la mejor forma de que tu lector sepa de un vistazo de qué va tu artículo, además de que le permite navegar por él con facilidad. En WordPress puedes usar el plugin Table of Content Plus, que indexa los títulos y subtítulos (h2, h3, etc.). Es el que usamos en este blog.
¡Espacio, por favor!
No hay nada que tire más para atrás que un texto con letra chiquitaja y bien pegadita. Se me colapsan los alvéolos pulmonares solo de imaginarlo. Es tan agobiante como respirar detrás de la máscara de Darth Vader.
Usa un tamaño de letra de al menos 16 puntos, deja espacios en blanco y separa los párrafos. Este formato favorece la lectura en las pantallas. ¡Deja que tu texto respire!
Sé breve
Palabras cortas, frases cortas, párrafos cortos. Lo corto se entiende mejor y da menos pie a errores gramaticales.
- Si una palabra tiene más de 4 sílabas, intenta buscar una más corta.
- Mantén la mayoría de las frases alrededor de 15 palabras.
- Trata de que tus párrafos tengan alrededor de 4 líneas.
¡Ojo! Esto es solo una orientación. No pasa nada por escribir frases o párrafos más largos. De hecho, es bueno que incluyas algunos, para que el texto sea menos monótono; sin embargo, es preferible que las frases y párrafos cortos ganen por mayoría.
Ejemplo
A ver si eres capaz de leer este texto, modificado (para peor) de la web insuficienciarenalcronica.com, sin ahogarte:
Por todo ello, a la hora de elegir la modalidad de diálisis, es importante pensar, no sólo en la decisión de la opción de diálisis inicial, sino en una adecuada planificación del tratamiento a más largo plazo, lo cual tiene especial importancia en pacientes candidatos a trasplante renal, por su mayor expectativa de supervivencia y por la previsible necesidad de pasar por diferentes tratamientos a lo largo de su evolución.
Con un simple punto para dividir la oración (y quitando alguna coma mal puesta) ya conseguimos que se entienda un poco mejor:
A la hora de elegir la modalidad de diálisis, es importante pensar en la decisión del tipo de diálisis inicial y en una adecuada planificación del tratamiento a más largo plazo. Esto tiene especial importancia en pacientes candidatos a trasplante renal, por su mayor expectativa de supervivencia y por la previsible necesidad de pasar por diferentes tratamientos a lo largo de su evolución.
Y ya puestos, si eliminamos lo superfluo, simplificamos el lenguaje y eliminamos ambigüedades, la mejoría es clara:
Para elegir la modalidad de diálisis es importante decidir el tipo de diálisis inicial y planificar el tratamiento a largo plazo. Esto tiene especial relevancia en pacientes candidatos aun trasplante renal, debido a su mayor expectativa de vida y a que necesitarán diferentes tratamientos a medida que la enfermedad evolucione.
Imágenes, vídeos y gifs
Sirven para clarificar conceptos difíciles, amenizar los artículos y romper la monotonía del texto. Eso sí, cúrratelo un poquito y busca los que tengan relación con el tema y complementen la información escrita.
Lo primero es lo primero
¿Has oído hablar de la pirámide invertida? Es una forma de estructurar la información, de manera que lo más importante se escribe al principio del artículo, porque es lo que mejor recuerda la mayoría de los lectores.
¿Cómo decidir qué es lo más importante? Piensa, joven padawan. ¿Por quién luchas, redactas y te esfuerzas? Por tus lectores, ¿verdad? Ellos son los protagonistas, no tú. Pues entonces, déjalos decidir. Piensa en el público para el cual escribes el post: de todo el contenido, ¿cuál es el que ellos considerarían esencial, el que ellos querrían conocer antes que ningún otro?
Estas son solo algunas recetas para convertirte en un gran redactor. En el próximo artículo te contaremos más. Sin embargo, el ingrediente más importante, el que te convertirá en el jedi más poderoso de todos los tiempos, es el entrenamiento. Redacta, redacta y redacta.
Si, aun así, la fuerza no te acompaña, nosotros podemos escribir los artículos de salud y medicina de tu blog. ¡Escríbenos!
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